Sami llevaba una semana de haber descargado la aplicación Tinder en su celular y pasando entre likes y no likes vió el perfil de un hombre de 42 años aproximadamente, con fotos en diferentes países del mundo, con muy buen estilo para vestir y en su descripción de biografía decía que era un gerente de una compañía inmobiliaria, lo que la llevó a concluir que «no era un arrastrado» o para nuestros amigos que viven fuera de Colombia, era muy pijo o cheto.

Sami le dió like al perfil de Daniel y salió la compatibilidad, empezaron a hablar con las típicas preguntas de sondeo para saber si cumplía con su checklist, «como donde trabajas», «donde vives», para saber que estrato es jajaja, «qué tipo de música escucha», por aquel mito que dice que «si baila bien, lo mueve bien», «qué hobbies tenía», etc. y después de 10 minutos de estar preguntándose tontadas típicas, ella sacó su frase magistral que sería su estrategia de ahí en adelante,

Oye, es que me voy a salir de ésta aplicación porque los tipos son muy superficiales y solo buscan sexo, parece que los sentimientos están mandados a recoger, aquí te dejo mi whatsapp y hablamos.

A los 30 segundos Sami recibe un mensaje de Daniel por Whatsapp y empiezó la práctica de Sexting («El sexting consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles.»), fotos iban y venían de parte y parte alimentando el deseo de cada uno hacia el otro. Ese mismo día, tanto Sami como Daniel investigaron la vida del otro con cientos de preguntas entre las cuales surgió una muy particular,

«cual es tu estado civil y tienes hijos ?»

Daniel respondió que estaba en proceso de separación y de esa unión habían quedado dos hijos, pero que ya casi era un hecho, mejor dicho, a lo cual Sami pensó, «este man es el típico recién separado y con dos hijos». Como Sami trabaja en el sector de la construcción, Daniel la invitó a ayudarle con la decoración de su nuevo apartamento y acordaron verse el siguiente fin de semana para tomarse unos vinos y hablar sobre decoración de interiores.

Sami fue hasta el apartamento de Daniel y de inmediato se dió cuenta que él no necesitaba ninguna ayuda para decorar, ya que el apartamento lucia espectacular al norte de Bogotá; Daniel la estaba esperando con su mejor vestuario con el que se veía «comestible» y con un par de copas de vino caliente, (esto es una fórmula eficaz para aflojar pierna jajaa). Después de varias copas de vino Daniel llevó a Sami a dar un tour por el apartamento haciendo énfasis en la decoración de la habitación y pasó lo que tenía que pasar, «sexo lujurioso» durante un par de horas hasta que él se quedó dormido. Otro par de horas después Daniel se despertó y le dijo a Sami la típica frase con la que toda mujer debe entender que no la quieren ahí

«Te pido un taxi ?»

«Para buen entendedor, pocas palabras», solo 4 para ser exacto, con lo que Sami accedió y se fue. Después de este encuentro pasaron 3 días y Sami no tuvo noticias de Daniel, por lo tanto ella decidió escribirleeee (graso error)

Hola como vas, que tal tu trabajo, todo bien ?

A lo cual Daniel respondió fríamente,

Hola, como estas, estoy ocupado.

Moraleja: No salgas con un hombre que esté en proceso de separación o recién separado, ya que siempre te hablaran de su ex esposa y te compararán con ella.

¿ Y cuál  es tu historia con Tinder ?

@olparra

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