Me perdonarán el tono que usaré en este artículo pero es que estoy mamado de las frases como «¿será que lo perdono?», «él seguro va a cambiar», «¿será que le retiro la demanda?», «me da pesar, es el papá de mi hijo(a)» y así como todas las frases que seguro ustedes también habrán escuchado.
La violencia contra la mujer parte de un acto de salvajismo, inmadurez y desesperación masculina, cosa que reprocho con ímpetu y más en un día como hoy, donde el homenajeado pudiera ser el hombre o los hombres del «hogar» pero es que en Colombia existen muchos hogares que no tienen hombres de verdad; más allá de dicho comportamiento, el punto importante y relevante en una relación de cualquier índole, sucede después del acto de violencia y es cuando la mujer por su falta de carácter y de visión, entra en un mar de incertidumbres de como actuar cuando ha sido vulnerada física y psicológicamente.
Colombia se ha caracterizado por ser un país con mujeres berracas y como diría un amigo «echaas pa’ lante», pero esa actitud también deben tenerla cuando un hombre las violenta de alguna manera, por eso la violencia contra la mujer es culpa de la mujer, porque desafortunadamente las mujeres han permitido que los hombres pasen por encima de ellas y tomen ventaja frente a una situación como ésta, en muchas ocasiones porque se dejan llevar por sentimientos del pasado como el amor y el apego a una persona que en algún momento las hizo feliz, pero creo que si se han superado los límites del respeto y la confianza es porque hay muchísimas razones para tomar decisiones vehementes frente a un grave problema como éste, por eso me gustaría hacer dos invitaciones de carácter urgente.
Por último, no olviden que quien lucha por sus sueños tarde o temprano los logra, pero el camino nunca será sencillo, siempre habrá que batallar y así como un día las mujeres lograron acceder a su derecho al voto, hoy las invito a que de verdad iniciemos una cruzada para que nunca más se repita un acto de violencia y en caso de que llegue a ocurrir por parte de algún troglodita o trastanuta, éste sea castigado con el poco peso que tiene la ley en este país y con la fortaleza que tiene las redes sociales y medios de comunicación en Colombia, gracias a su exposición al «ridículo».
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By: Leo Parra
Posted: 19th marzo, 2017